Aldeanos con máscaras de Nuo hechas por Zhang Yixiang, un famoso fabricante de máscaras en China, bailan para celebrar la cosecha en el pueblo de Guanchao del condado de Nanfeng, en la provincia oriental china de Jiangxi, el 9 de noviembre de 2007.
Zhang Yixiang, de 63 años de edad, es un pionero en la fabricación de máscaras de la danza Nuo. Con gran talento y decenas de años de duro trabajo, Zhang fabricó un gran número de máscaras de Nuo y ganó su reputación en todo el mundo.
En 1995, le fue concedido el título de “Artista de Artesanía civil” por la UNESCO. Zhang ha sido aficionado al dibujo y la producción con arcilla desde la infancia.
Zhang fue empleado por primera vez por el pueblo de Tangjiake para hacer máscaras Nuo. Pero no podía recordar el aspecto de las máscaras, ya que sólo las había visto cuando era un niño. Cuando se enteró de que había varias máscaras Nuo conservadas en otro pueblo, pidió a sus amigos que lo llevaran a echar un vistazo.
Después de regresar a su casa, dibujó todas las 25 máscaras de memoria. En el día del Año Nuevo lunar en 1988, las 25 máscaras de Nuo del pueblo de Tangjiake se presentaron al público. El fabricante de máscaras, Zhang Yixiang, ganó su reputación desde entonces.
Zhang ha recorrido más de 20 pueblos en el condado de Nanfeng y los condados cercanos en las provincias de Jiangxi y Fujian y ha creado miles de máscaras de Nuo durante los últimos años. Algunas de sus obras se inspiran en las novelas clásicas chinas como “Una Peregrinación al Oeste” y “Canonización de los Dioses”.
La máscara de Nuo, como el pilar básico de la danza Nuo, tiene una historia de más de 2.000 años. En lugar de una cara entera, la máscara de Nuo sólo se compone de la frente y la boca. Los residentes en algunas partes de Jiangxi y Guizhou celebran la Fiesta de la Primavera con la antigua danza Nuo.
Los bailarines se adornan con chaquetas rojas, máscaras fantasmales y colmillos artificiales para celebrar la llegada del Año Nuevo Lunar chino. Los aldeanos creen que la danza milenaria ayuda a expulsar a los malos espíritus, así como traer un clima suave y buenas cosechas.