China en 2050 según MARCELO MUÑOZ

El Mandarín ha entrevistado a Marcelo Muñoz, decano de los empresarios españoles en China y autor de la última novedad editorial relacionada con China. El libro “China 2050”, que se presentó recientemente en Madrid, recoge la experiencia, las reflexiones y las consultas que ha realizado Muñoz en los últimos tiempos, siendo un caudal de información altamente valioso para saber hacia dónde se dirigirá el país asiático en las próximas décadas, y el resto del mundo tras él.

¿Por qué China 2050? ¿No podría haber elegido otra fecha? Las cifras y las fechas se convierten con frecuencia en símbolos, y mucho más en China. Dijo Napoleón que el siglo XXI sería el siglo de China. Y no es que él fuese muy experto en análisis políticos, porque también dijo “el día que China despierte…” cuando China ya era la primera potencia económica mundial en PIB y llevaba dos mil años siéndolo, sin competencia. Pero que el siglo XXI pueda ser el siglo de China lo piensan hoy muchos analistas occidentales y, aún más, la mayor parte de los analistas chinos. Y es que “2050” es una fecha en la que, partiendo de las cifras actuales, sobre evolución y crecimiento de los diferentes países, se puede anticipar que China será la primera potencia del mundo. En concreto, se podrían señalar estos hitos. Hacia 2020 China será la primera potencia económica mundial en PIB y también en volumen de mercado exterior. Hacia 2040 podría ser la primera potencia en renta per cápita real y, en 2050, podría ser también la primera potencia en ciencia y tecnología y probablemente sea el país más limpio de polución, habiendo logrado alcanzar otras muchas metas. Por esa razón, al querer explicar un poco lo que está ocurriendo en China, me pareció que toda la evolución de la economía, la sociedad, la política de China podría resumirse en el año 2050. Y de ahí mi libro “China 2050”.

Este empuje económico es evidente pero, ¿suscita recelos en Occidente?Ciertamente parece que el crecimiento de China, tan rápido y tan potente, se ve con mucho recelo en Occidente. Cuando contamos, los que lo conocemos, que China está en un proceso de desarrollo como nunca antes se ha dado en la historia de la Humanidad, en ningún país, y un cambio que beneficia a la cuarta parte de la población mundial, en los países desarrollados se cuestionan sin embargo otras cuestiones más polémicas.

¿Cuáles son los principales desafíos de China en el siglo XXI? Lo importante no es saber lo que pensamos los occidentales sobre los chinos, sino lo que piensan y debaten hoy muchos intelectuales y políticos chinos: ¿Cómo responder a la amenaza del Cambio Climático, con los actuales niveles de contaminación? ¿Cómo superar los efectos negativos de la globalización? ¿Cómo combinar desarrollo económico ininterrumpido con igualdad? ¿Cómo construir un sistema económico socialista y atender a la educación, la sanidad…para una inmensa mayoría de la población? Otras cuestiones importantes serán cómo abordar los desafíos a los que China tiene que hacer frente sin romper la estabilidad ni la armonía. Por eso, “China 2050” recoge el análisis sobre estos retos según las opiniones de intelectuales muy destacados

¿Son tantos los avances de China o quizás se exagera algo? Un crecimiento del 10% anual durante más de treinta años seguidos no se ha dado nunca en la Historia. En plena crisis financiera occidental, China sigue manteniendo ese ritmo de crecimiento, que se traduce, por ejemplo en que cada año se inauguran 10.000 nuevos puentes y 120.000 km. de carreteras y autovías, 2.500 km. nuevos de alta velocidad, 370 nuevos pantanos (uno cada día), ocho millones de nuevas viviendas y mil nuevos rascacielos y 60 nuevas centrales térmicas. Pero, lo más importante, cada año ingresan en las universidades más de 6 millones de universitarios, es decir el 30% de los jóvenes chinos. Cada día se conectan a internet 220.000 nuevos internautas y el presupuesto para I+D crece cada año, estando ya entre los más altos de mundo, sólo por detrás de Estados Unidos y la Unión Europea, a los que muy pronto superará.

¿Cuál es el secreto de los grandes avances protagonizados por China? Hay dos claves. La primera es que existe un “cerebro” que discute, informa, critica, analiza los problemas y las soluciones. Este cerebro colectivo se distribuye por muchos centros de pensamiento e investigación. Uno de los más importantes es la Academia de Ciencias Sociales de China, uno de cuyos expertos nos lo explica en “China 2050” y opina sobre todas las cuestiones que le planteamos. Otros muchos expertos están en las 1.300 universidades de China. Varios de ellos nos hablan también en el libro. Y, además, existen otros muchos centros de investigación social económica, política… Decenas de miles de estudiosos que informan y aconsejan al gobierno central y los diferentes gobiernos provinciales. Y esos gobiernos escuchan y siguen los consejos dados en muchos casos. La segunda clave es la política. Una política clara y dirigida desde el Gobierno Central, que impone  normas de regulación financiera y económica. Se trata de una política que está por encima de los poderes financieros y las multinacionales. Esta política ha permitido que la crisis financiera occidental no haya llegado a China más que parcialmente. La prueba está en que el crecimiento ha seguido adelante en estos años, con tasas cercanas al 10%, al igual que las tres décadas anteriores.

¿Será realmente China la próxima superpotencia? Bueno, eso pensamos los occidentales, que será potencia hegemónica, y eso es lo que nos da miedo. Pero, ¿qué piensan “ellos”?  La respuesta no es fácil, pero nos la dan a lo largo de las entrevistas. Ya es hora de que los occidentales nos pongamos de verdad a escuchar sus puntos de vista y de que los chinos conozcan a fondo la profundidad de los cambios que se están operando en su país y la perspectiva de a dónde pueden y deben llevar esos cambios.

¿Un resumen de 33 años de investigación? Sí, llevo 33 años en contacto con la sociedad china. He recorrido todo el país hasta las aldeas más profundas. He hablado, dialogado, discutido con socios, clientes y amigos. Sobre todo, recojo las conversaciones mantenidas con un grupo de intelectuales a los que, a lo largo de todos estos años, he ido preguntando. No me he atrevido a dar mi opinión en casi nada. Creo que es mucho más interesante escuchar lo que “ellos” opinan. Lo que ocurra en China nos importa a todos, y nos afectará a todos; no sólo porque es la cuarta parte de la humanidad, sino porque es un mundo totalmente diferente del occidental y nos trae el aire fresco de nuevas ideas y nuevos planteamientos.