LOS 6 RESTAURANTES CHINOS QUE ELEGIRÍAN LOS CHINOS EN MADRID

Antes de hincar el diente al Sandwich Club (y el correspondiente brownie) del VIPS por primera vez, antes de poner un pie en La Musa, antes de salir de cañas por La Latina en domingo y antes de las hamburguesas del Alfredo’s, antes de todo eso, alguien te habló una vez del famosísimo ‘chino de Plaza España’. El local / tugurio más recomendado de la ciudad de nuestros amores ha pasado a la Historia de Madrid con el dudoso honor de ser ‘el chino más auténtico’ de la ciudad. Sus cartas indescifrables, ese olor embriagador que emana de sus cocinas marcando el rumbo a seguir desde la plaza hasta las ‘catacumbas’ urbanas en las que se oculta el ¿restaurante? y esa perpetua cola en la puerta son los ingredientes de una leyenda gastronómica transmitida como quién transmite una gran revelación que (nos parece a nosotros, humildes ‘morros finos’) tiene más de mito que de realidad. Así que, aprovechando que estrenamos el ‘año de la Cabra’, queremos animarte a coger los palillos y descubrir esos 10 chinos que sí elegirían los chinos en Madrid. ¿Te atreves?

 

JINJIN: COCINA CASERA PARA ‘SALIR RODANDO’ A  UN PRECIO DE RISA

El chino-chino que nosotros más frecuentamos está sólo 5 minutos del famosísimo ‘chino de Plaza España’. Su carta es amplísima y el precio ridículo. La entrada, cutre a más no poder, invita a salir corriendo y el comedor no tiene ni la más mínima gracia, pero la comida es casera y está buenísima. Como casi siempre pasa en los chinos de verdad, tiene dos cartas: una con los platos auténticos (los que piden los chinos) y otra con las ‘guarrerías inventadas para los occidentales’ (como los rollitos de primavera o el cerdo agridulce). Por supuesto, te aconsejamos que vayas a por la primera y experimentes con platos nuevos como sus riquísimas empanadillas de cerdo y verduras a la plancha, el arroz con verduras secas, los tallarines hechos a mano de harina o arroz, el pollo picante gong-bao, el buey en salsa picante, el cerdo yu-xian o la estupenda lubina con jengibre, puerros y salsa de soja. Y de postre, no te pierdas las bolitas de arroz rellenas de crema de sésamo rebozadas y fritas: una bomba calórica que está riquísima. Saldrás del restaurante rodando y no pagarás más de 15 €.

 (C/ San Bernardino 1)

 

HUI FON: EL MÁS VISITADO POR LAS FAMILIAS CHINAS

Uno de los primeros chinos auténticos que conocimos en Madrid. Situado en un local amplísimo  -reformado de forma un poco horteril– de la glorieta de Legazpi, es el favorito de los chinos para celebrar bodas y otros eventos, por lo que siempre está hasta arriba de familias chinas. La calidad del producto es algo superior a la de otros chinos ‘auténticos’  y el servicio es más cuidado. La especialidad son los pescados y mariscos (el bogavante al jengibre y las vieiras con tirabeques están deliciosas). También podéis pedir el pato Pekin (se sirve en dos rondas, primero con crepes y salsa hoisin y después salteado con brotes de soja y verduras).  Cenar sale por unos 25 € por cabeza.

(C/ del Maestro Arbós 3)

 

YUE LAI: EL CHINO DE LAS ‘HOT POT’

En pleno barrio de Salamanca se esconde este local auténtico y familiar (y bastante cutre), ideal para probar una de las estrellas de la gastronomía china (la de verdad): el hot-pot (comida cocinada en caldos de distintos tipos y luego untada en salsas). Aquí podrás elegir el caldo -picante o no- del tipo que quieras (mariscos, cangrejo, pollo, verduras, pato…) y después preparar en él todo tipo de delicias (mariscos, dim-sums caseros, fideos, verduras, setas, carnes…) que mojarás en una viciosísima salsa de cacahuete y guindilla. De las experiencias chinas más auténticas que podrás vivir en la capital, y todo por menos de 15 €.

(C/ de Hermosilla 101)

 

BUEN GUSTO: EL FAVORITO DEL REY

Si algo le falta al restaurante ‘Buen Gusto’, situado en el Paseo de Santa María de la Cabeza, es  precisamente ‘buen gusto’. Y es que, en lo que a decoración se refiere, este mítico chino se lleva la palma: horrendas lámparas, sillas cubiertas con fundas de lacitos, papel pintado al estilo decimonónico y  columnas plateadas son algunos de los ingredientes de un interiorismo catastrófico al que pone la guinda (rancia) la inmensa foto del Rey Juan Carlos que preside la entrada (supuestamente el exmonarca visitó el local en una ocasión). Sea como sea, su extravagancia nos ha tocado el corazoncito y, lo más importante, su cocina,  de estilo tradicional cantonés, es barata y bastante auténtica.La carta, de nuevo, es doble (está la de mentirijillas para españoles y la ‘real’), así que ojo. Algunos de los platos más recomendados son los berberechos, las navajas con puerro, los tallarines con setas y tubérculo de mostaza china, el arroz con verduras secas, las berenjenas, los dim-sums de gambas o el pato Pekín. Comer sale muy barato: menos de 20 € cabeza.

(Paseo de Santa Maria de la Cabeza 60)

 

ROYAL CANTONÉS: AUTÉNTICA COMIDA CANTONESA EN EL ‘BARRIO CHINO’ DE MADRID

Usera es el barrio favorito de la comunidad china de Madrid y, aunque queda un poco a desmano, es el mejor lugar para probar cocina china tradicional. El Royal Cantonés es  uno de restaurantes más conocidos del barrio, famoso por sus asados y sus dim-sum. La decoración del local en este caso es bastante austera  (lo que es casi una bendición), pero su cocina bien merece una visita. Toma nota, porque aquí los camareros casi no hablan castellano: lo mejor son  los dim-sums de gamba y de cerdo, la barbacoa cantonesa (panceta, cerdo rojo, pato y pollo), los calamares o las berenjenas. Sale por unos 25 € por persona.

(C/ Olvido 92)

 

DON LAY: EL PREFERIDO DE LOS CRÍTICOS GASTRONÓMICOS

Un chino de nivel ubicado en un gran local de Puerta del Ángel, muy solicitado para bodas chinas y otros festejos. Ha sido bautizado por algún crítico culinario como “el chino para chinos” por excelencia. Y es que Don Lay puede  presumir de una carta de originales y ricos platos cantoneses que para muchos son los mejores de Madrid. Destacan los estupendos dim-sums caseros, la lubina al vapor, el salteado de hongos o pollo negro estofado. El precio está en unos 25 € por cabeza. La decoración, por cierto, esta vez se salva de la quema.

(Paseo de Extremadura 30)